Siempre he dicho que uno nunca debe olvidar de donde viene y hacia donde va. Para mi recordar mis inicios en el mundo del arte y la fotografía es como ver una larga película. Las anécdotas, los momentos vividos, los grandes sacrificios siempre serán los protagonistas de esa larga película. Hace 14 años mientras era estudiante en la Escuela de Artes Visuales Cristóbal Rojas a la que ingrese con la idea de convertirme en diseñador gráfico al conocer la fotografía, inmediatamente me enamoré de la profesión, la primera vez que tuve una cámara fotográfica (prestada) en mis manos fue una experiencia única. Me dije ¡Esto es lo mío!. No fue fácil al inicio, de hecho una de las cosas que hizo que me inclinara del todo hacia la fotografía fue el hecho de saber que en ese momento era mas fácil para mi conseguir una cámara fotográfica que una buena computadora para poder estudiar diseño gráfico.
Al poco tiempo de iniciar mis estudios me hice asistente de mi profesor de fotografía, el fotógrafo Yemar Galué. Mis obligaciones? Me encargaba de organizar el laboratorio, asistir durante todo tipo de trabajo fotográfico que realizara, cargar sus bolsos, mantener el orden y la limpieza en su archivo y su equipo fotográfico, los fines de semana (Sábados y a veces Domingos) era su asistente durante los talleres libres que dictaba. Cual era mi pago? Primeramente aprender. Estaba sediento de conocimientos, quería aprender todo sobre fotografía. Ante mis constantes inquietudes y preguntas su respuesta era darme uno o dos libros técnicos para que me los leyera. Otra parte del pago era tener una cámara prestada (Pentax K1000 Special Edition) que era de su propiedad. De esta forma podía cumplir con las asignaciones y tareas mientras estudiaba fotografia. Y cuando había hecho muy bien mi trabajo hasta me daba algunos rollitos de película Ilford HP5. Era mi película preferida. Cuando no, tenía que reunir cierto dinero y comprar algunos rollos de película Forte Pan de 100 y 400 ASA. También tenía el permiso de entrar a revelar y copiar en el laboratorio de fotografía. Al fin de cuentas era un lugar que conocía de punta a punta, mi trabajo era mantenerlo limpio y organizado. Así mismo, tenía permiso de usar cierta cantidad de químicos, papel fotográfico RC, portanegativos, etc. Que era de su propiedad. Fueron buenos tiempos. Inmediatamente entendí que cuando nos ganamos algo con nuestro sudor lo valoramos mucho mas y el trabajar con las uñas te obliga a trabajar de forma metódica y agudizar el ojo. Pues a veces tenía un rollo de 36 exposiciones en la cámara que me tenía que alcanzar para una semana haciendo fotos a diario.
Al poco tiempo se organizó el primer viaje de estudiantes. El profesor decidió realizar un viaje para hacer fotografía documental en el estado Falcón - Venezuela. De igual forma fui como asistente. Ya para este entonces tenía aun como préstamo la Pentax K1000, un lente 50mm f:1.4 y un 28mm f:2.8. No conforme con eso Yemar me dio una lata (100 pies = 30 Mts) de película Ilford HP5. Al cargarla en chasis de película vacíos obtuve la cantidad de casi 20 rollos de 36 exposiciones cada uno. Para mi era como tener oro en mis manos. Realmente fue uno de los momentos mas emocionantes de mi vida para ese entonces.
Durante el viaje todo fluyó de maravilla. Fuimos en una autobús prestado por la Alcaldía de Caracas y nos alojamos en una casa en el pueblo de Adicora, ubicado al noreste de la Península de Paraguaná en el Estado Falcón, éramos mas de 30 estudiantes. Al segundo día de pasearnos por los pueblos del estado Falcón se le tranco la cámara a una de las alumnas. Pues no quedó otro remedio que compartirnos la cámara, al fin de cuentas era la cámara del profesor y el me pidió que la compartiéramos. El trato fue disparar un rollo ella y uno yo. Esto hizo que perdiera muchas buenas imágenes, estaba comenzando a entrenar el ojo, diariamente vivía viendo y reviendo las fotografías de grandes fotógrafos en libros que pertenecían a la Escuela de Artes.
Una semana después cuando regresamos a Caracas, por supuesto que llegue revelando todo lo que había hecho. Me emocionaba enormemente ver el resultado del trabajo que había realizado.
Tiempo después durante una navidad, mi profesor me pide que por favor le regrese la Pentax K1000, pues la necesitaba. Un rato después de dársela me llama para entregármela de nuevo, pero esta vez como regalo de navidad, por mi buen desempeño como asistente. Ya por fin tenía mi propia cámara. Mi primera Pentax K1000 con el lente 50 y 28mm. Aún la conservo. La cámara pertenece a mi colección de cámaras. Hoy por hoy buena parte de mi trabajo analógico fue realizado con esa cámara, podría decir que las mejores imágenes que conforman mi archivo de negativos fueron disparadas con esa Pentax. Mucha historia, anécdotas y todo el inicio de mi carrera como fotógrafo me unen a mi primer equipo fotográfico.
A partir de este momento sentí que por fin tenía lo que tanto había deseado. Tener una cámara propia. Y rápidamente me di cuenta que con pasión, trabajo y perseverancia podía llegar muy legos con ella.
Les puedo escribir y contar mucho mas de todo lo que viví a partir de tener mi primera cámara, mis viajes, el primer premio que gané con mi trabajo y que destiné para viajar durante en mes por los llanos venezolanos y muchas cosas mas. Pero la idea de esta entrada era escribir solo de mi inicio como fotógrafo.
En una próxima entrada espero poder contarles un poco más. Mientras tanto les dejo un par de imágenes realizadas en mis dos primeros viajes.
|
Salinas de Bajarigua, Estado Falcón - Venezuela 1999 |
|
Maracaibo, Estado Zulia - Venezuela 1999 |