9/03/2008

Holgeando


HISTORIA DE LA CAMARA HOLGA

Hong Kong, 1982. La producción y manufacturación en el mundo marcha a todo gas. Igual que sus vecinos, Japón y China, la fotografía se convierte en un hobby nacional y en una obsesión. Diariamente se desarrollan nuevos diseños y nuevos modelos salen como churros de las fábricas, alimentando los mercados domésticos y las exportaciones. La Holga es fruto de esta vorágine; una cámara poco moderna, de signo totalmente pre-hisórico, que nos lleva en el tiempo a épocas pasadas, el de las cámaras mecánicas.

El concepto es simple, -una cámara sencilla, de bajo coste, que utiliza película 120, medio formato. Contiene únicamente el mecanismo básico necesario para hacer fotos y ofrece una alternativa muy barata y accesible a estudiantes y entusiastas del medio formato, que de otro modo y debido a los altos costes que tiene la fotografía de medio formato, se hace prácticamente inaccesible.

La nueva cámara recibe el nombre de "ho gwang", cuyo significado es "muy luminoso". Después de hacer un sondeo lingüistico en los países occidentales, pasa a llamarse "HOLGA".Durante los próximos diez años, la Holga produce una auténtica explosión popular. Una comunidad global de fotógrafos, estudiantes, gente creativa y en general gente estupenda de todo tipo empiezan a admirar la sencillez y la habilidad de la Holga, llegando a crearse un auténtico compromiso con la cámara.
Este culto formado en torno a la Holga, alabando sus dudosas características, efectos impredecibles y resultados sorprendentes aumenta día a día. Tanto profesores, como estudiantes, convierten a la Holga en una herramienta de ensayo -impartiendo con ella las bases fundamentales de la fotografía, al mismo tiempo que abren nuevos campos y conceptos de técnicas no predecibles. Los fallos más aberrantes, considerados como "errores garrafales" en una cámara convencional, pasan a convertirse con la nueva escuela de Holga, en cualidades de valor incalculable.

El movimiento "Holga" crece actualmente minuto a minuto. Nuevos fans, distintas organizaciones y foros, así como páginas web surgen en torno a esta cámara. Se organizan exposiciones fotográficas en algunas de las más prestigiosas galerías de arte del planeta, mostrando los trabajos realizados con una de las herramientas "menos artística" del momento.

Concursos, eventos interactivos y medios de comunicación de todo tipo "sacuden" a comunidades de artistas dentro y fuera de la red, dando a conocer los excelentes trabajos realizados por los adictos a esta cámara.

Irónicamente, en los últimos años, el diseño y las prestaciones de las cámaras fotográficas se ha convertido en una lucha cada vez más técnica, automatizada y sofisticada. Como contrapartida, la sencillez y la "no tecnología" crece simultáneamente más y más entre aquellos que disfrutan con la sencillez y con lo impredecible de la Holga.

Mientras que diseñadores en todo el mundo se estrujan el cerebro por desarrollar cámaras cada vez más avanzadas y complejas, la Holga sigue creciendo como símbolo de contra-cultura, dejando a un lado las complicaciones tecnológicas y simplificando la ecuación en los 4 elementos: tu ojo, la lente, la película y tu objetivo.

 


Fotos: Aaron Sosa