10/12/2012

Duane Michals Vs la fotografía actual


-Me gustaría mirar el mundo de la fotografía contemporánea y su mercado a través de sus ojos.

-Cuando me convertí en fotógrafo, en los años sesenta, la fotografía era muy conservadora: podías ser Ansel Adams o Cartier-Bresson, las posibilidades eran verdaderamente limitadas. La fotografía esperaba todavía el reconocimiento, necesitaba ser considerada arte. Así, desafortunadamente, perdía su propia virginidad del peor modo posible: intentando imitar la pintura y tomando de ella, de hecho, los peores vicios. Por ejemplo, para que una fotografía sea reconocida como arte ya no nos tenemos que preocupar por sus contenidos, sino por sus dimensiones. Precisamente como ocurre con la pintura: piensa que Paul Klee durante años fue considerado un artista menor porque trabajaba con formatos pequeños. ¿Te das cuenta? Para que te tomen en serio tienes que hacer cuadros grandes.

-¿Me puede poner un ejemplo?

-Andreas Gursky, que en este momento es el más “hot”, el más famoso, el más nuevo, en realidad es el fotógrafo más aburrido del mundo. Fotografía el interior de los supermercados, los campos de fútbol, las recepciones de los hoteles; parecen fotos de un informe anual de una empresa cualquiera, pero son enormes, por lo menos tres metros por no sé cuánto. Si redujeras las fotos de Gursky a un tiraje de 24 x 30 centímetros, podrías ver lo que realmente es: ¡aburrido! Por lo tanto es una cuestión de medidas. Además, hoy en día tienes que fotografiar en color. Y luego, la otra cualidad fundamental, es declarar que no eres fotógrafo, sino “fotógrafo guión artista”.

Porque si eres sólo fotógrafo, tus trabajos valen 5.000 dólares, pero si eres “fotógrafo guión artista”, o sea un artista que utiliza la fotografía, entonces tus fotos valen 70.000 dólares.

-En realidad Gursky ni siquiera es de los más aburridos.

-¡Ah! Es verdad, Tillmans es todavía más aburrido: retratos de gente de pie, mirándote. Pero pretende ser vanguardia, cuando en realidad sólo es “retaguardia”. No hay nada original y esos retratos no tienen nada que ver con la interioridad de la persona. Creo que esta evolución es una tragedia, a nadie le importa ya el contenido. Y si tiene que haber un contenido, lo importante es que sea chocante; éste es el otro filón. Gente como Andrés Serrano o Witkin…, decapitaciones “a go go”. O toda la escuela inglesa concentrada en el shock como Damien Hirst o esa mujer que se fotografía en la cama mientras practica el sexo. El shock es el último refugio del escándalo. La gente que no tiene ideas confía en el shock. ¡Es una lástima!

-Cuando pienso en el mercado de la fotografía me viene a la mente esta frase suya: “No intentes nunca ser artista. Sencillamente haz tu trabajo y si tu trabajo es auténtico se convertirá en arte”.

-Yo amo a Balthus. él tenía un gran desprecio por aquellos a los que llamaba “los diplomados de las escuelas de arte”, supongo que, ante todo, porque la idea de que puedas ir a una escuela de arte y aprender a convertirte en un artista es ridícula. Puedes entender que un médico o un dentista vayan a la escuela para aprender su oficio, pero no un artista. Sin embargo, ahora son esos estudiantes quienes dictan las reglas, quienes definen qué es el arte; de hecho esos famosos artistas de hoy son diplomados de las escuelas. Pero la escuela transforma al artista en alguien que crea para el mercado. Piensa que, incluso, a la obra la llaman “producto”; eso lo dice todo. Me cuentan que muchas galerías van a esas escuelas a descubrir quién será “hot”, quién será la próxima cara del mercado.

(…)Pero, para mí, la cuestión sigue siendo que tienes que tener algo que expresar, y si esa necesidad que tienes es grande, incluso sin una licenciatura, encontrarás el modo de expresarte a través de una fotografía. ¿Conoces el libro El zen y el tiro con el arco? En él se explica claramente: lo que cuenta no es intentar dar en el blanco, sino lo que haces para perfeccionar tu forma y si tu forma alcanza la perfección, entonces darás en el blanco. Así, los que piensan sólo en dar en el blanco (y su blanco es convertirse en artistas) en realidad no tienen tiempo para perfeccionar su forma, actúan en función del blanco. Y, la mayoría de las veces, el resultado es lo que se ve hoy, un producto blando, sin mundo interior, que carece de pasión; como si hubiera sido producido por una máquina. Y además ocurre que, si tienes éxito, has de seguir produciéndolo una y otra vez. Por ejemplo Cindy Sherman sigue haciendo autorretratos porque es lo que vende. Luego ha intentado acercarse a otros temas como las fotos de vómito y las de sexo, pero los retratos venden más.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo que expresa Duane es asunto interesante. Recuerda esas fotos, sin mayor intenciòn, pero que no pocos espectadores asumen como "hermosa, fantàstica, extraordinaria". O algunas consideraciones intelectuales en torno a una imagen, que parecieran meras pontificaciones en el intento de "empujar" su razòn misma. En fin, visiones de aquellos quienes "ven" y aquellos quienes "hacen". Quizà por eso, en nuestro predio, Venezuela, la fotografìa siga siendo cuestiòn màs de divertimiento que de "modo de expresiòn"... Salute! Orlando Hdez